jueves, 20 de octubre de 2011

El Silencio de la Semilla


No te oí caer
del árbol a la madre tierra.
No te oí gritar
ni llorar en tu humilde llegada.
No te oí suspirar
mientras crecías en silencio.
No oí un porqué,
porque Dios hizo de tí lo que eres.
Y aún así tu silencio habla
de confianza, fuerza
y determinación mientras
te abres paso a través de la tierra hacia la luz.

Harry Alfred Wigget