martes, 30 de julio de 2024

Desde la intención

 Siempre que pienso en la idea de manifestar, se me viene a la mente mi chamanita, la Mamá CoatlChantiko, una preciosa mujer medicina que se convirtió en ancestra muy rápido. Cuando me estaba enseñando a usar un péndulo, en esa época Yo vivía muchísimo desde la víctima. Esta palabra encierra una connotación negativa, pero al mismo tiempo es la antesala de grandes maravillas, porque la víctima es la que nos muestra el camino hacia la adulta encarnada. La que decide "resolver" y "maternar", darle a la niña (en la forma arquetípica, porque es la niña la que llora y se enoja, la que tiene desbordamientos) lo que necesita para estar mejor. Viviendo desde la víctima, pues seguramente me puse a lloriquear que no me podía comprar uno porque estaban muy caros... a lo que me responde: "mi querida niña, cualquier cosa puede ser un péndulo, porque no es el objeto el que nos responde, es la energía". 

Tengo en mi brazo izquierdo tatuada una espiral pagana, es la imagen que pueden ver más abajo. 

La espiral pagana nos recuerda que los procesos de transformación que vivimos, no son uno que se inicia y se termina; por el contrario, son procesos en los que profundizamos más y más, de manera constante. Esta idea de la gratificación o satisfacción inmediata, esta ilusión que han creado las redes sociales de que a través de un click ya nos sentimos felices, nos ha modificado la forma en que nos relacionamos con los retos, con los desafíos. Creó en nuestra mente un mapa mental que nos hace creer que la resolución o elaboración de las cosas deberían de ser algo sencillo y fácil. Se nos olvidó cómo construir, y no sólo las cosas materiales, si no las emocionales y espirituales. 

Hemos dejado de lado la forma de pensamiento que valida el esfuerzo a través del tiempo, como algo que nos permite construir sobre bases sólidas ya sea nuestras finanzas, nuestra carrera profesional. Evidentemente el esfuerzo en el largo plazo nos desgasta, pero he ahí la magia porque desarrollamos carácter. 

Recuerdo con un poco de tristeza y también ironía la época en la que tenía un enorme desdén por todo este argumento y forma de pensamiento. Con tristeza porque para empezar, me hubiera gustado estar lista antes, pero no, todo es perfecto y es correcto, entonces me toca desdecirme, esto evidentemente ante aquellas personas con quienes tuve esas conversaciones; pero más aún con ironía porque sigo recordando a mi chamanita: "Antonella, el maestro llega cuando el alumno está listo, no antes". Bueno, evidentemente no estaba lista Yo en esa época XD. Me sentía constantemente desesperada por ver resultados de "todo" lo que hacía, lo quería YA. Quería quitarme de encima "la incomodidad" el mal estar de aquel proceso que Yo sentía que me desgarraba.

La consistencia, determinación, compromiso y esfuerzo de sostener un proceso en el tiempo es sinónimo de carácter, uno con el que no siempre se nace. Puede ser que tengamos mejores condiciones para desarrollar a, b, c, o d habilidades. La interseccionalidad nos permite entender que nacemos con condiciones muy diferentes y ese es el reto, sobreponernos a ellas en un mundo en donde la hegemonía es la norma, donde se espera lo mismo de todas las personas, **no importa qué**. A pesar de todo esto, para mí la magia reside en **la intención**. 

Cuando comencé a hacer Yoga, la maestra de esa época nos decía: "porqué motivo ofrecen esta práctica? Este esfuerzo de estar aquí hoy? Mantengan esta idea en su mente como la intención, aquello que quieren transformar... en ustedes, no en el otro". Aquello me sonó a rezar y claro, mis ideas contrarias se detonaron y me sentí molesta; pero decidí pensar en aquello que me dolía, lo mucho que deseaba que "se arreglara". Y con esa idea, apliqué la máxima del programa de los 12 pasos: "si hoy no le sirvió, venga mañana, qué tiene que perder?". Yo ya no tenía nada que perder y mucho que ganar. Día con día, sin saber si lo que hacía era "bueno o malo", seguía intentándolo, un día a la vez. Rindiéndome a los resultados y manteniendo la mente en el aquí y en el ahora, con la intención clara: "quiero sentirme bien". No siempre resultaba, pero otra máxima del programa es: "y si hoy no me "salió" bien, gracias por la oportunidad de reconocer los fallos, para mañana volverlo a intentar, con fe de que voy a tener esa oportunidad".

Recuerdo con mucho cariño la primera vez que "mi péndulo" funcionó. Tenía los ojos cerrados, mi mano izquierda extendida y con la derecha sostenía la cadenita sobre la palma izquierda... quería sentir la respuesta de mi ser superior... "dame mi sí", "dame mi no". Y como una caricia sentí como la energía movía la cadena y abrí los ojos... pude ver la manifestación física de mi SI (un círculo) y luego del NO (una línea, el péndulo se movía como haciendo una rayita). Sentí tanta emoción! Mi deseo, mi intención era sentir la conexión y después de meses de intentarlo, sucedió. Sí, meses. Me tomó trabajo personal, conocerme, liberarme de ideas que me impedían aprender cosas nuevas, ampliar mi mundo. El mapa no es el territorio, es UN camino, decimos en la Programación Neurolingüistica. Esto específicamente respecto de que "el territorio" es una representación no exacta de la realidad, que puede ser de muchas maneras. 

La intención hace la diferencia, TODA. La diferencia a la hora de iniciar un proceso de conocimiento personal, una nueva carrera profesional, un nuevo trabajo, un cambio de casa. Porqué deseo esto? Tiene intención o lo hago por impulso?, son preguntas que nos pueden ayudar a establecer desde dónde (y qué emoción acompaña) cada decisión que tomamos, para que generemos conciencia de nuestros pensamientos. 

Hoy me despido deseándonos aprendizajes dulces, y recordando que agradecemos por lo que fue, es y será, siempre. 

martes, 23 de julio de 2024

Te lo cuento todo!

Estaba sentada trabajando en mi sitio de internet y estaba pensando qué nombre ponerle a mi boletín. Lo pienso y sonrío. Por ratos aún mi diálogo interno me dice que lo que estoy haciendo es un gran papel y que deje de creérmela tanto... pero bueno, según he leído, pues casualmente ese periodo (que vuelve por ratos, no es como que se atraviesa una vez y ya) es casualmente el más difícil y en donde, se supone, el sistema implementado es el que sostiene el hábito. Es como un trabalenguas, pero trataré de explicarme. 

Cuando se hace “la bajada a tierra” de todo lo que deseamos hacer, y empezamos primero poniéndonos las metas a largo plazo (usualmente a un año, a tres años, a cinco y así sucesivamente), luego a corto plazo (semestrales, trimestrales) y eventualmente a actividades semanales y diarias, lo que hacemos es establecer la manera en que “nos vamos a comer al elefante”, porque no podemos en tres mordiscos, esa es la analogía. Cuando llegamos al nivel de detalle diario, pues entonces es donde comienza el ejercicio de mantener el foco, de poder concentrarnos en lo que tenemos que hacer porque “cada acción diaria, por más pequeña que sea, con el tiempo se acumula y SI o SI, da resultados”, este es el concepto aplicado de las ganancias residuales. Yo reconozco que la frase como tal la escuché muchas veces antes, pero nunca explicada de una manera en la que tuviera sentido para mí, o como me enseñaron en la cultura yódica “el maestro llega cuando el alumno está listo”, seguramente eso fue lo que me pasó. Yo no entendí ese concepto de una manera en que no solamente me identificara, pero también lo pudiera volcar sobre mi vida diaria. Nunca antes había Yo pensado en metas, ni mucho menos en objetivos, implementación de hábitos ni nada de esas cosas que en Antonellitalandia, se siente a un montón de cadenas que aprisionan (mi stellium en sagi grita AUXILIO y de la astrología hablaremos en otra ocasión). 

Pero resulta que cuando el momento fue el oportuno, Yo estuve lista para adoptar la metodología y sí, implementar un nuevo estilo de vida. Entonces, volviendo al punto de el boletín, pues siempre he querido escribir un libro, pero resulta (oh sorpresa!) que para eso, pues hay que desarrollar el hábito de escribir. No me lo creía hasta que entendí el concepto de: "cuando no hay motivación, hay disciplina". Güilas, qué pega!, en serio. Realmente confieso haber sido una detractora absoluta de este discurso... Me hacía sentir que era un tipo de compromiso que se traducía en imposición. Hoy creo que no tenía las razones o estímulos correctos para poder identificarme de manera adecuada. Mi compromiso conmigo misma hoy es escribir todas las semanas una entrada en mi blog, para desarrollar el hábito de la escritura, que no dependa de las ganas o la motivación, pues de esas, hay poca durante el mes. 

Entonces, pensando en el nombre de mi boletín, y en lo mucho que quiero que mi sitio de internet me represente, que la forma discursiva, los temas, el diseño y en sí TODO lo que estoy creando, sea una representación fiel mía, pensé en que Yo siempre le digo a la gente: "cuéntamelo todo!", ja. Y eso es lo que quiero hacer, contarlo todo, dar testimonio de lo que ha sido mi vida en los últimos años.. también quiero sentar las bases seguras de un posible libro, uno en donde... adivinen? Si, se los cuento todo!


lunes, 15 de julio de 2024

Mi descendencia

Ay, los hijos.... nadie nos puede preparar para el momento de traerlos al mundo... eso lo digo como una hembra adulta humana... me encantaría saber qué piensan los hombres que se han convertido en padres. 

Por mi parte, me convertí madre siendo una adulta **muy joven**, porque no era una adolescente, tenía 19 años. Siendo la hija mayor de mis padres, ya una de por sí está medio adultecida... hay grandes expectativas alrededor de los hijos mayores: lo que se les enseña, cómo lo hacen (ellos), muy poco de eso, al menos en mi experiencia, tiene que ver con los hijos y por el contrario, mucho con quienes creen nuestros padres que son y qué pretenden hacer con nosotros. Lo digo, nuevamente, desde mi propia experiencia. 

Cuando nació mi hijo mayor, pues vivía aún con mis padres, empezaba la universidad y tenía una relación con el papá de mi hijo que era una relación adolescente... con mucha inmadurez de por medio. Siempre le digo a mi hijo que si quiere preguntarse cómo eran las cosas para mí como su madre, pues que se piense a sí mismo con un bebé... evidentemente esa imagen lo impacta. Tiene 23 años y viaja par de veces por año ya sea a Europa o en las Américas... y siendo que es un adulto bastante funcional (que se paga su aparta, sus estudios, sus viajes, sus gustos), pues claro que esa era Yo, pero lo tenía a él y el gran conflicto que eso me representaba como una joven adulta que se estaba desarrollando... Yo adultecí siendo su mamá. No reniego, simplemente lo establezco. Yo soy de las que cree que todo es perfecto y correcto y que lo que sucedió era lo único que podía suceder... Yo soy quien soy hoy por ese embarazo tan joven... y resulta que a mis 42 años, pues me gusta mucho quien soy, esto sin dejar de lado todo aquello que me he dicho que pude hacer mejor y que hubiera deseado entender de otra manera para hacerlo diferente, por él, no por mí. 

Y con esa idea me casé. Elegí al papá de mis hijos desde la certeza de que quería darles un maravilloso padre presente, buen ejemplo, involucrado, sin vicios, con una alta moral y principios, inquebrantables de paso. Nunca imaginé Yo que aquel matrimonio comenzaría a trazar el camino que pues llevaría a mi hijo a vivir con su papá... porque eso fue lo que pasó. Con mi permiso, claro que sí... y con la convicción de que era lo mejor para él, pero con el gran sufrimiento que me significó. Ninguna de nosotras, al menos en Antonellitalandia y su burbujita, trae sus hijos al mundo para no vivir con ellos, menos en una sociedad que establece: "los hijos son de la madre", como una sentencia que si no se cumple, se cuestiona el desempeño... no así cuando los hombres no vivencon, ni crían a sus hijos. Ese dicho establece que los hombres no los van a criar y que somos nosotras las que, en la carrera larga, somos las responsables. 

Eso lo digo porque al poco tiempo de embarazarme de mi primer hijo de mi matrimonio, pues mi hijo mayor necesitó ir a vivir con el papá y Yo no estaba lista para esa conversación a nivel emocional. Una maestra que amo mucho me dijo: "el corazón va siempre detrás de la razón"; Yo sabía que aquello era lo mejor para mi hijo, pero mi amor por él, (construido alrededor de la madre soltera, que saca a su hijo adelante, que es la única merecedora de las felicitaciones por sus triunfos), no me permitía sentirme al nivel de las razones que me llevaron a aceptar que se fuera a vivir con su papá a San José. Aquello fue un sufrimiento que casi me mata y Yo ya tenía a mi segundo hijo... un bebé de 11 meses, completamente dependiente de una madre deprimida y medio suicida. Mi bebito vivía con una mamá que estaba elaborando un duelo de otro hijo, mientras él mismo me preguntaba por su hermano... aquello era una "tragedia" en aquel momento para mí.

Pero la vida pasa, los días siguen pasando... en el programa de los doce pasos para hijos adultos de Alcohólicos Anónimos nos enseñan a "vivir un día a la vez"... y así pasaron los días y los años... y vino mi segunda hija, y entonces ya no tenía un bebé, tenía DOS. Por dios... Yo deseaba tener dos hijos... que se acompañaran, que se amaran... máxime después de las soledades que mi hijo mayor me reclamaba ("mamá, dónde está mi hermanita?"), GLUP. Pero a mí NADA me preparó para tener dos bebés completamente dependientes de mí... aquella responsabilidad me desbordó, fue demasiado. No importa cuánto Yo haya querido, planeado y pedido esos bebés... por favor, es lo primero que le sacan a una cuando se queja con justa de aquel trabajo tan agotador... "deay pero usted quería"; diay, claro que sí, porque no tenía idea de lo que significaba ese deseo en la realidad... Pero como dicen en el programa: "hago lo mejor que puedo, en el aquí y en el ahora", y eso hice. 

Eventualmente llegó mi proceso de divorcio del papá de mis hijos menores y con él una nueva toma de decisión que Yo nunca quise, pero que me tocó. Para el momento de mi divorcio Yo trabajaba como profesora de Yoga y hacía ferias de salud vendiendo aceites esenciales (todavía vendo, por si quieren 💟), pero aquello no daba para sustentar a dos niños menores de 5 años, ni para sostener la casa que teníamos.. Hice TODO lo que pude, TODO... solamente mi ser superior y Yo sabemos cuántas vías agoté para asegurarme de que mis hijos estuvieran conmigo... pero como "todo es correcto y perfecto", mis hijos quedaron viviendo con su papá tras nuestra separación. En otra provincia. Y Yo en la casa de unos amigos que me ayudaron mientras lograba ponerme mi apartamento. Aquello era la noche más oscura de mi alma... DE NUEVO. Me quise volver loca, la ansiedad por la separación me hacía no dormir, pero tenía que trabajar (en horario de 6-3), tenía que seguir adelante... recuerdo los llantos amargos, los desbordamientos, las confrontaciones, los años de visitarlos en medio de una tensión creciente entre su papá y Yo. Me sostenía la certeza de que **algo bueno tenía que haber** del otro lado... que "dios sabe porqué hace las cosas", que eventualmente **todo se iba a arreglar** (o sea, que iban a vivir conmigo nuevamente).

El mismo amor y convicción que sustentaron mi decisión de que mi hijo mayor viviera con su papá, fue el mismo amor y convicción que me llevó a aceptar el camino que ante mí se abría: mis hijos menores de 5 años quedaban viviendo con su papá, y me iban a visitar a mí, y no al revés. Chiquis, Yo les pregunto: quién no se quiere volver loca si sus tres hijos viven con sus padres y no con ella?, eso en el contexto de esta sociedad patriarcal? Los señalamientos de la sociedad que cuestionaba mi situación no eran más fuertes que la culpa y el fracaso que sentía... aquello era una pesadilla de la que no me acababa de despertar. 

Y luego, las horas amargas se volvieron días, y los días meses, y los meses años... y me convertí en la madre que tanto deseaba, la que Yo quería ser para ellos... a través de esa separación y mi proceso terapéutico elaboré la distancia, sané mis dolores... me transformé, de nuevo. Aprendí que la divergencia se vivencia no solamente desde la sexualidad, si no desde el mismo hecho de ser un ser vivo y vivir en paz con lo que hay, dejando de tratar de cambiar lo que es para que sea lo que quiero... dejando de querer cumplir con lo que se espera, y haciendo lo que puedo, de la mejor manera posible... porque la magia reside sí, en aceptar lo que hay, lo que es... la desesperante lucha interna por cambiar la realidad por lo que Yo creo que debería de ser es algo que agota y vuelve loca a cualquiera. Aprendí a hacer las paces con la realidad (aquello suena como un encendedor que se prende.. NO LO ES), a vivir en el presente, en el aquí y en el ahora, aceptando lo que es, y aprendiendo a reconocer la diferencia entre lo que Yo sí puedo cambiar y lo que no. Solté para sanar y eventualmente amar. 

Mi maternidad divergente no es única, sé que somos muchas las mujeres que vamos por el mundo no teniendo a nuestros hijos con nosotras... las diferentes razones que nos llevaron a eso no vienen al caso, pero puedo hablar por mí cuando digo que mi amor por mis hijos fue más grande que mi deseo de tenerlos conmigo, y decidí teniendo en mente lo mejor para ellos (que igual me van a reclamar, ni modo).

Deseo dejarles esta herramienta, la Oración de la Serenidad, la que me recuerdo cada vez que empiezo a dudar de mí... la que me recuerda que hoy es una oportunidad que se acaba... y que cuando estoy en la cama puedo agradecerla... agradecer la oportunidad de haber hecho lo que podía y que descanso con esa certeza... descanso en la FE. 



jueves, 11 de julio de 2024

Estar sola, o estar conmigo?

Por mi personalidad, típicamente charlatana y burlona, Yo tiendo a hacer muchas bromas en redes alrededor de los hombres. No voy a entrar en el área de establecer si eso está bien o está mal, porque para mí, lo más importante en este momento es que partamos de la base de que en este espacio somos una comunidad de personas que puede escuchar/entender a la otredad sin querer cambiarle (quién la lee je). Dicho eso, cada uno de nosotros, desde su lugar del mundo observa las mismas realidad, pero **siempre** las va a entender diferente. Esto porque en nuestra percepción del mundo influyen un sin fin de ideas que, tengamos conciencia o no, son preconcebidas alrededor de lo que creemos que es o significa una cosa u otra. Parece un trabalenguas o cantinfleo, pero de forma, porque de fondo tiene sentido. 

Comienzo dando esa introducción porque una cosa es que Yo pueda y esté en posición de hacer bromas alrededor de estas disyuntivas entre hombres y mujeres, tan polarizadas hoy día (pienso que desde siempre, el tema es que ahora tenemos las redes sociales), y otra muy distinta el trabajo personal que hago para poder tomar decisiones en mi vida. Dicho eso: estuve casada 9 años, antes de eso, fui pareja de esta persona durante dos años, de los cuales convivimos unos 8 meses hacia la fecha de la boda. La convivencia **es hermosa**. Permítanme establecer eso claramente: LO ES. Recuerdo la época en la que hicimos (when there was a we) el curso prematrimonial y nos decían: "la vida matrimonial ES una vocación". Pucha, qué palabras más ciertas y que no entendemos completamente cuando estamos ya subidos en el tren del matrimonio, el "inevitable" final de cualquier vinculo sexo afectivo que desarrollemos. Y va entre comillas porque, bueno, resulta que eso es una creencia o demanda, "check list"  dice una amiga (saludos Ale), que flota como una nube invisible a nivel social... ya sea tanto para parejas heterosexuales como homosexuales (sin entrar en detalles), pero es a lo que se "aspira" una vez establecido un vinculo estable y "formal" (y dale con las comillas).

En fin, la cosa es que decidí divorciarme, con todo lo que eso implicó y que no voy a detallar en esta entrada, pero eso hice y por primera vez en mi vida, empecé a vivir sola. Sí, sola sin mis hijos. Sin embargo, durante ese periodo experimenté con otras formas relacionales y una de esas fue el poliamor, NO LA POLIGAMIA. Una apertura a tener diferentes formas de manejar las relaciones y les cuento que a pesar de los grandes retos (que todas las relaciones tienen), fui muy feliz, Conocí y desarrollé vínculos sexo afectivos con dos hombres maravillosos, llenos de virtudes y claro, como todos, llenos de defectos. Y fue en esas relaciones donde descubrí cuán integrada tenía la idea de que construir esos vínculos, pues sí, claro, eventualmente llevarían "a algo más"... y resulta que no... ninguna de estas personas querían eso, no conmigo al menos. Fue un trago amargo, de forma porque evidentemente el rechazo es duro, pero de fondo porque Yo conscientemente decía que no quería vivir con ninguno... La cosa es que me confrontó con todo lo que Yo decía saber y que no sabía, y ni siquiera lo sabía 😁. 

Los años pasaron y estas personas siguieron sus caminos, en ninguno de esos estaba Yo... ellos tampoco en los míos... conversamos sí, ahí de vez en cuando, pero Yo sigo sola y ellos... pues no sé. 

Después de esas relaciones me dediqué a entender "qué pasaba conmigo", porque me sentía confundida.. "Yo quiero vivir sola", me decía; "no quiero a **nadien** en mi apartamento", "me gusta mi soledad"... pero igual insistía en "tratar de estar con ellos". 

Lo que he descubierto es que estando sola puedo conocerme más a mí misma: quién soy cuando no cuido de nadie, cuáles son mis pensamientos cuando no están puestos en la otredad (pareja, hijos, amigos)... cuando mi deseo está puesto en mí... qué pasa entonces? ESE es el trabajo en el que estoy hoy. Es uno que, como todos, tiene sus altos y sus bajos... uno que me deseo para mi misma esté lleno de aprendizajes dulces, pero que de momento me anda como en una montaña rusa.... con huecos en la panza y con mucha incertidumbre y por ratos, mucho miedo. 

Aprender a estar sola es, de muchas maneras, lo mejor que me pudo pasar en la vida... que ese es el camino que hay que transitar siempre?, no lo creo... es el que me tocó a mí y al cual me resistí muchísimo, pero que hoy disfruto enormemente y que agradezco por haber podido aprender a transitar. 

La convivencia ES HERMOSA, pero no es para todo el mundo, pero nadie nos lo dice cuando andamos desarrollando relaciones de pareja... no sabemos que tenemos opciones. La convivencia, o el simple y llanamente tener un otre significativo es estar abierto a la negociación, a la construcción, a ceder, a "perder" en tramos cortos de la carrera, porque no estamos en un fondo, estamos en una maratón... es estar dispuesta a co-crear con otra persona y eso infiere perder una parte de mí... de vos. Por eso es que decidí quedarme sola... hasta nuevo aviso jeje. 

En estos años he desarrollado herramientas que me permiten acompañarte, no sustituye tu proceso terapéutico (que si no lo has empezado, nunca es tarde), pero que a mí personalmente me ha ayudado a sostener esta larga carrera que es el proceso de conocerse, de crecer, de soltar... de soltar para sanar y de sanar para amar... Te acompaño si quieres.

Por todo lo que es, fue y será... GRACIAS.

miércoles, 3 de julio de 2024

ConocerME

Cuando comencé a transitar el camino de la transformación personal, lo hice desde el lugar en que tenía certeza de que había algo malo en mí. Esto no tenía que ver necesariamente que ver con una autoimagen, pero sí con la idea de lo que es ser "buena persona", de repente si era autoimagen, je. En la mente de la persona que Yo era en esa época, por ahí del 2001-2002 (para cuando nació mi hijo mayor, Ignacio), Yo lo había "hecho todo mal": había tenido un hijo soltera, no solamente eso, sin haber cumplido los 20 años. Era hija de un hombre que tomaba en demasía, y hoy sé que no era por adicción, era pura pasión jeje. ME había egresado de un colegio público y tenía un ambiente familiar en donde había mucha violencia y agresividad interiorizada. Recuerdo con mucha certeza que Yo, todo aquello, lo detestaba... y soñaba con "escaparme de mi casa", llevándome a mi hermano menor conmigo, en aquella época de unos 8 meses. Ay, la inocencia. 

Con Miranda Grey durante mi certificación como Moon Mother en 2015

El punto alrededor de esta historia es que, a través del contacto en sociedad, Yo desarrollé estas ideas. Si me hubiera criado en un colegio público desde niña, hubiera sido diferente? No lo sé, pero creo que en la de menos no hubiera cuestionado tanto lo que veía en mi casa: que en vez de tener una casita, vivíamos con mis abuelos maternos; que mi papá en vez de llegar a hacer tareas conmigo y mis hermanos, pues no llegaba. Crecí anhelando lo que veía en esas otras familias "perfectas" del María Inmaculada en mi propio hogar. Evidentemente eso no iba a pasar, pero desde esa base fue que se desarrollo la idea que Yo tenía de "hacer las cosas bien", cualquier cosa menos lo que pasaba en mi casa. 

Para cuando nace mi hijo, y empiezo a tener conciencia de cosas que él hacía que detonaban a mi niña interior, salí corriendo hacía un consultorio de psicología. Sí, hago terapia desde los 20 años y ya voy para 42... hablemos de perseverancia y también de un poquito de obsesión. Mi hijo y mi amor por él, mi deseo genuino de darle algo diferente a lo que Yo tuve, fue lo que me hizo acompañarme de alguien "que me dijera lo que había que hacer", porque en "Antonellitalandia", como le digo Yo, pues nada, ni ella ni nadie tenían ese conocimiento. 

La razón por la que comento esto es porque, a través de todos esos procesos terapéuticos fue que Yo me di cuenta que lo único que me hizo no claudicar fue mi determinación a "arreglar algo", qué?, bueno hoy tengo claridad de muchas cosas que no vienen al caso de este particular, pero que si atañen alrededor de entender qué es lo que nos mueve, cuál es nuestro deseo? Queremos ser mejores? Mejores que qué? 

Entendernos nos permite ajustar la vela, apuntar el cursos... "si no sabe a donde quieres ir, cualquier camino sirve", dijo el gato de Cheshire a Alicia


Algunos sabemos, el famoso saber no sabido, que hay algo que debe de cambiar... que no sabemos qué es o cómo establecerlo. Yo te invito hoy a que te abras al infinito mundo de las posibilidades a traves de la conversación abierta y honesta, la que te permite entenderte. Yo no soy psicóloga, pero me encanta conversar y soy buena acompañando procesos terapéuticos. Tuve la gran suerte de no solamente contar con profesionales en ciencias de la salud mental maravillosos, que me ayudaron a entender "qué me pasaba", si no que también me hice acompañar de diferentes corrientes de apoyo que lograron en mí la capacidad de poder ver diferentes perspectivas, de someter mis creencias a discusión, a saber que no pierdo si no lo hago, por el contrario, gano.

Más por venir, y no olvides: el camino es hacia adentro <3

Por todo lo que fue, es y será, GRACIAS.



martes, 2 de julio de 2024

Revisión del libro Hábitos Atómicos

Cómo comenté, mi idea es acercar los recursos (gratuitos o no, pero si accesibles), a las personas, para que, de esta manera podás alcanzar tus metas y objetivos. 

Hay una primicia sobre la que esta afirmación descansa y es que: no todos somos iguales. Suena muy simple o quizás hasta lógica, sin embargo se pasa por alto a la hora de recomendarle a nuestras amistades las cosas que nos funcionaron perfectamente. 

Ahora bien, dicho lo anterior, este libro fue un verdadero punto de inflexión en mi vida, porqué?, pues porque me abrió la mente a una forma, comprobada, de instalar hábitos nuevos en mi vida. Nótese que menciono la palabra comprobada, y esto es muy relevante. No importa cuál sea nuestra forma de pensar respecto de un particular, nuestro cerebro, el de todas las personas, tiene procesos o caminos, en los cuales logra integrar información nueva. Conocernos profundamente lo que nos va a ayudar es a que esta integración sea más sencilla o nos resulte hasta placentera. 

En Hábitos Atómicos, de James Clear, se establece, de manera muy vaga, que la repetición es la madre de la programación. Esta es una primicia de la PNL, la programación neurolingüística, tan malograda, pero que he encontrado es otra gran herramienta. La clave está, para mí, en conocernos lo suficiente como para poder saber qué tipo de repeticiones son las que te sirven. Y bueno, liberarse de los juicios mentales o, les diría mi analista, las interpretaciones personales (saludos Jorge :))

Yo no voy a ir por cada uno de los capítulos del libro porque creo que no solamente es un sinsentido, si no que le roba la belleza al proceso de aprender a implementar las actividades que James menciona y que casual,  nacen de su propia historia de vida, una que no se parece en nada a la mía, pero que (oh, sorpresa) pude implementar muy a pesar de esa gran diferencia. 

Lo que si te puedo adelantar es que el libro hace un recorrido por experiencias que evidencian la eficacia. Las cosas que James comparte no son inventadas por él; de hecho una de las cosas que a mí más me llamó la atención fueron las referencias históricas a ejemplos de hace 15, 20 años. Lo que James aporta a la lectura es la forma en que acerca estas experiencias al lector, logrando una identificación, porque todas las metodologías son reaplicables, sin excepción. El tema de "sin excepción" se puede volver en contra del autor, o en mi caso concreto, pues de esta interlocutora, y sin embargo, entre más leo de este tema, más coincidencias encuentro en los discursos. 

Yo sí agrego el "conocerte" como una línea base y trascendental para una lectura, y eventual implementación. Sin esto, podrías acabar sintiendo que el libro no te dió nada más que un lindo paseo por la vida de un estadounidense que nació con las de ganar. 

Yo soy visual y auditiva. Dependiendo de la prueba que haga, puedo ser kinestésica. Esto es relevante, porque cuando terminé el libro me sentía muy identificada con frases como: "la gente piensa que soy diligente, pero soy un vago proactivo. Me gusta asegurarme de no tener que hacer nada en cierto momento del día", palabras más o palabras menos. Cuando lo recuerdo, me río, porque puedo sentir la felicidad que me embargó en el momento en el que leí esa parte del libro. 

Hace poco, ya habiendo leído el libro (que es mi forma primaria de acceder a los conocimientos), lo volví a escuchar en Spotify, pues porque he estado atravesando un momento de mi vida en el que no he logrado aún, establecer nuevas rutinas para convertirme en la nueva persona que quiero ser. 

Estos son los dos puntos más relevantes, para mí:

  • No es la acción que ejecutamos, pero en quién nos queremos convertir: el ejemplo más utilizado en este caso es "el infame estilo de vida saludable". La gente tiende a comenzar por matricular el gimnasio y en cuestión de una semana, dos, o un mes inclusive, pues el desgaste les hace replantearse el beneficio de ir. 
    • En mi caso, durante 2022 (leí el libro durante enero-febrero de 2023), tuve un quebranto de salud grave, mucho. Comencé no pudiendo dormir (por procesos de la perimenopausia, normales, pero poco conocidos), y eso me tenía "vuelta loca". Al no poder dormir, no podía trabajar, cocinarme, atender a mis hijos, nada de una manera medianamente eficiente. Llegué al punto de sentir miedo cuando iba a acostarme a dormir. Esto aumentó hasta el punto que el estrés que tenía acumulado en el cuerpo, más situaciones con mi "otro significativo" de ese momento, me llevaron a un brote muy fuerte, si no es que grave, de herpes zoster. Un virus que vive en el cuerpo de las personas que tuvimos varicela y que se detona por la exposición prolongada a altos niveles de estrés. Fueron dos semanas agónicas y luego, obvia, me dió Covid por primera vez, todo en un sólo mes. Salí de aquella crisis de salud con la sensación de que no me morí porque dios existe, je. Mis doctores me explicaron que mi bajo peso (siempre he sido delgada, pero para mis 41 ańos de ese momento, los 52 kgs con los que contaba y la falta de grasa corporal, no ayudaron en nada. Tenía que empezar a ganar peso, y sí, tenía que ser construyendo músculo. 
    • Lo anterior me determinó a querer ser una persona que hiciera gimnasio, una actividad sobre la cual tuve MUY FUERTES juicios de valor que me impedían comenzar tan siquiera a pensar en eso. Entonces, cómo convertirme en una persona saludable? Bueno, ahí entró el libro de James. 
    • No es la acción si no en quién me quiero convertir se refiere específicamente a que el primer paso es la capacidad de construir en nuestra mente (nótese bien que es nuestra mente), cómo se ve una persona saludable (en el caso que nos compete). Qué hace?, cómo distribuye sus días si es una persona que genera dinero en una relación de empleado o si es un profesional independiente? Qué come? Como es la persona y cuáles cualidades tiene es algo que solamente nosotros sabemos. Hay que poder ver esa persona en nuestra cabeza para poder entender cómo trazar el camino para convertirnos en ella; caso contrario, nuestras acciones pierden foco y no logramos el cambio de una manera permanente. 
  • La implementación del concepto de "ganancia residual" a todos los ámbitos de nuestra vida. Las pequeñas acciones son las que construyen los cambios, esto si queremos que sea algo sostenible. Nuevamente, volviendo a la base de que "nos conocemos", entonces alguien podrá decir: "bueh, para dejar el cigarro es mejor de una, si no, no sirve, es una alcahuetería", se me ocurre. James establece que al tener claridad de cómo se desarrollan nuestros días, a través de escribir todo lo que hacemos (ya veo algunos ojos hacia arriba), pues podemos comenzar por establecer cuál sería la meta diaria...: "me fumo 10 cigarros al día, mañana serán nueve", por ejemplo. El escribir a mano, con lápiz y papel, la meta con tiempo, lugar, cantidad y demás detalles, los más posibles, es trascendental porque, adivinen? Todos los cerebros humanos integran mejor las acciones que fueron escritas de esta manera. Después podemos digitalizar, sí, pero primero A MANO. 
    • Cada acción diaria que logramos ejecutar nos genera un golpe de dopamina. Ir desde lo más pequeño hacía lo más grande, construyendo las acciones y los caminos mentales, para que el cerebro, a través de la repetición integre y genere estas conexiones que se vuelven automáticas ES la forma de instaurar un nuevo hábito. 
Cuando Yo pude establecer en quién me quería convertir, cómo se veía esta persona, qué hacía y, empecé por implementar pequeñas acciones: levantarme a las 6:00 am, si o si (me costó demasiado, chequellos), salir a caminar añeja a las 6:30 am (con un cafecito nada más), recibir sol con mis ojos abiertos (tiene que ser antes de las siete am, caso contrario si puede producir un daño a las pupilas y nadie quiere eso), caminar MEDIA hora, nada más, ese era mi objetivo diario, media hora; volvía a mi casa, me duchaba y a trabajar (bendecida que trabajaba en la casa desde que el brote de Covid 19). Mis condiciones me permitieron generar este modelo que durante meses, fue sostenible para mí hasta que un buen día, lo hacía sin pensarlo. No me dí ni cuenta. Mi modelo o sistema, puede ser que no sea aplicable a tú vida, pero ok, cuál sería? Esa es la tarea, conocerme, mis condiciones, y desde ahí, diseñar lo que me sirve. 

No voy a detallar más del libro porque la realidad es una: lo recomiendo. Puedo ayudarte a desarrollar estas acciones con base en mi experiencia, me encantaría acompañarte en tu proceso de transformación personal. Si estás lista o listo, escríbeme y comenzamos!

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