Cómo comenté, mi idea es acercar los recursos (gratuitos o no, pero si accesibles), a las personas, para que, de esta manera podás alcanzar tus metas y objetivos.
Hay una primicia sobre la que esta afirmación descansa y es que: no todos somos iguales. Suena muy simple o quizás hasta lógica, sin embargo se pasa por alto a la hora de recomendarle a nuestras amistades las cosas que nos funcionaron perfectamente.
Ahora bien, dicho lo anterior, este libro fue un verdadero punto de inflexión en mi vida, porqué?, pues porque me abrió la mente a una forma, comprobada, de instalar hábitos nuevos en mi vida. Nótese que menciono la palabra comprobada, y esto es muy relevante. No importa cuál sea nuestra forma de pensar respecto de un particular, nuestro cerebro, el de todas las personas, tiene procesos o caminos, en los cuales logra integrar información nueva. Conocernos profundamente lo que nos va a ayudar es a que esta integración sea más sencilla o nos resulte hasta placentera.
En Hábitos Atómicos, de James Clear, se establece, de manera muy vaga, que la repetición es la madre de la programación. Esta es una primicia de la PNL, la programación neurolingüística, tan malograda, pero que he encontrado es otra gran herramienta. La clave está, para mí, en conocernos lo suficiente como para poder saber qué tipo de repeticiones son las que te sirven. Y bueno, liberarse de los juicios mentales o, les diría mi analista, las interpretaciones personales (saludos Jorge :))
Yo no voy a ir por cada uno de los capítulos del libro porque creo que no solamente es un sinsentido, si no que le roba la belleza al proceso de aprender a implementar las actividades que James menciona y que casual, nacen de su propia historia de vida, una que no se parece en nada a la mía, pero que (oh, sorpresa) pude implementar muy a pesar de esa gran diferencia.
Lo que si te puedo adelantar es que el libro hace un recorrido por experiencias que evidencian la eficacia. Las cosas que James comparte no son inventadas por él; de hecho una de las cosas que a mí más me llamó la atención fueron las referencias históricas a ejemplos de hace 15, 20 años. Lo que James aporta a la lectura es la forma en que acerca estas experiencias al lector, logrando una identificación, porque todas las metodologías son reaplicables, sin excepción. El tema de "sin excepción" se puede volver en contra del autor, o en mi caso concreto, pues de esta interlocutora, y sin embargo, entre más leo de este tema, más coincidencias encuentro en los discursos.
Yo sí agrego el "conocerte" como una línea base y trascendental para una lectura, y eventual implementación. Sin esto, podrías acabar sintiendo que el libro no te dió nada más que un lindo paseo por la vida de un estadounidense que nació con las de ganar.
Yo soy visual y auditiva. Dependiendo de la prueba que haga, puedo ser kinestésica. Esto es relevante, porque cuando terminé el libro me sentía muy identificada con frases como: "la gente piensa que soy diligente, pero soy un vago proactivo. Me gusta asegurarme de no tener que hacer nada en cierto momento del día", palabras más o palabras menos. Cuando lo recuerdo, me río, porque puedo sentir la felicidad que me embargó en el momento en el que leí esa parte del libro.
Hace poco, ya habiendo leído el libro (que es mi forma primaria de acceder a los conocimientos), lo volví a escuchar en Spotify, pues porque he estado atravesando un momento de mi vida en el que no he logrado aún, establecer nuevas rutinas para convertirme en la nueva persona que quiero ser.
Estos son los dos puntos más relevantes, para mí:
- No es la acción que ejecutamos, pero en quién nos queremos convertir: el ejemplo más utilizado en este caso es "el infame estilo de vida saludable". La gente tiende a comenzar por matricular el gimnasio y en cuestión de una semana, dos, o un mes inclusive, pues el desgaste les hace replantearse el beneficio de ir.
- En mi caso, durante 2022 (leí el libro durante enero-febrero de 2023), tuve un quebranto de salud grave, mucho. Comencé no pudiendo dormir (por procesos de la perimenopausia, normales, pero poco conocidos), y eso me tenía "vuelta loca". Al no poder dormir, no podía trabajar, cocinarme, atender a mis hijos, nada de una manera medianamente eficiente. Llegué al punto de sentir miedo cuando iba a acostarme a dormir. Esto aumentó hasta el punto que el estrés que tenía acumulado en el cuerpo, más situaciones con mi "otro significativo" de ese momento, me llevaron a un brote muy fuerte, si no es que grave, de herpes zoster. Un virus que vive en el cuerpo de las personas que tuvimos varicela y que se detona por la exposición prolongada a altos niveles de estrés. Fueron dos semanas agónicas y luego, obvia, me dió Covid por primera vez, todo en un sólo mes. Salí de aquella crisis de salud con la sensación de que no me morí porque dios existe, je. Mis doctores me explicaron que mi bajo peso (siempre he sido delgada, pero para mis 41 ańos de ese momento, los 52 kgs con los que contaba y la falta de grasa corporal, no ayudaron en nada. Tenía que empezar a ganar peso, y sí, tenía que ser construyendo músculo.
- Lo anterior me determinó a querer ser una persona que hiciera gimnasio, una actividad sobre la cual tuve MUY FUERTES juicios de valor que me impedían comenzar tan siquiera a pensar en eso. Entonces, cómo convertirme en una persona saludable? Bueno, ahí entró el libro de James.
- No es la acción si no en quién me quiero convertir se refiere específicamente a que el primer paso es la capacidad de construir en nuestra mente (nótese bien que es nuestra mente), cómo se ve una persona saludable (en el caso que nos compete). Qué hace?, cómo distribuye sus días si es una persona que genera dinero en una relación de empleado o si es un profesional independiente? Qué come? Como es la persona y cuáles cualidades tiene es algo que solamente nosotros sabemos. Hay que poder ver esa persona en nuestra cabeza para poder entender cómo trazar el camino para convertirnos en ella; caso contrario, nuestras acciones pierden foco y no logramos el cambio de una manera permanente.
- La implementación del concepto de "ganancia residual" a todos los ámbitos de nuestra vida. Las pequeñas acciones son las que construyen los cambios, esto si queremos que sea algo sostenible. Nuevamente, volviendo a la base de que "nos conocemos", entonces alguien podrá decir: "bueh, para dejar el cigarro es mejor de una, si no, no sirve, es una alcahuetería", se me ocurre. James establece que al tener claridad de cómo se desarrollan nuestros días, a través de escribir todo lo que hacemos (ya veo algunos ojos hacia arriba), pues podemos comenzar por establecer cuál sería la meta diaria...: "me fumo 10 cigarros al día, mañana serán nueve", por ejemplo. El escribir a mano, con lápiz y papel, la meta con tiempo, lugar, cantidad y demás detalles, los más posibles, es trascendental porque, adivinen? Todos los cerebros humanos integran mejor las acciones que fueron escritas de esta manera. Después podemos digitalizar, sí, pero primero A MANO.
- Cada acción diaria que logramos ejecutar nos genera un golpe de dopamina. Ir desde lo más pequeño hacía lo más grande, construyendo las acciones y los caminos mentales, para que el cerebro, a través de la repetición integre y genere estas conexiones que se vuelven automáticas ES la forma de instaurar un nuevo hábito.